Una rosa blanca hecha de espuma
me cobijó en la arena de tu mar
una tarde hecha de lluvia
en tu alma me hace anclar.
Un soneto y una prosa
hacen que te ame mucho más
una serenata aun inconclusa
me hacen saber que mis labios besarás.
Una palabra y un suspiro
me llevan a un tiempo de igualdad
y se producen grandes giros
que a nuestras almas acercarán.
Nace la esperanza de color verde
amalgamando nuestra sobriedad
permitiendo que concuerden
dos corazones en la inmensidad.
El amor crece bajo la lluvia
con cada gota que caerá
humedeciéndolo cual tierra seca
para de él poder libar.
Yamila.