El sol ilumina el azul
infinito y las aves despiertan,
la brisa, las olas, la gaviota
que recorre la playa,
un día hermoso,
flores de primavera,
tantos colores...,
qué soledad tan profunda,
tanto silencio bajo mi piel.
Me siento culpable,
esos mensajes de fe,
de esperanzas, alegrías,
cantos y más cantos,
y esta soledad que siento.
La gata está sobre la mesa,
ni siquiera tengo ganas
de acariciarla,
infinitas son las horas,
quiero que llegue la noche
y dormir, eso es todo.