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A discreción

A ver...

Cuántos espantos quizá

se atreverán a tentarme.

Finalmente quién podrá

en esta celda cambiarme.

Hoy no estoy en mi lugar

y nadie intenta quitarme.

 

¿Qué otra cosa puedo esperar?

 

Sola, junto a la muerte

que me hará despegar

cuando se acabe mi suerte

en el paredón de ejecutar.

 

Te arrullo reclusa

los venenos conoces bien

bien guardas los momentos

y nos vamos al dejaros bien...

 

En algo me haces pensar

lo siento

reclusa de mis adentros

pronto tenías que salir

esperabas el momento

 

Cielo abierto, cielo azul,

mar inquieto, blanco tul

bailando al viento

un reloj de tiempo

seré el pasado

y serás invierno.

 

En la salida te espero

espero un rato mas

espero, pero...

tarde llego a la salida

para verte pasar.

 

Otros ojos me miraron

vieron que algo esperaba

mientras ésta me cuestionaba

ya me iba marchitando.  

 

Sin embargo

era tarde

y las miradas se fueron

todos los ojos huyeron

mientras aun esperaba

ya se opacaba mi cielo.

 

De haberlo sabido entonces

saber que no sería errante

me habría mostrado elegante

sin que importara perder el norte.

 

Al intentar observar

¿Qué habría encontrado?

Un habría que no existe.

 

La infortuna del buen soldado.