Me perdono a mí misma
por no tenerme respeto,
por no saber defenderme
cuando por otros, fui burlada.
Me perdono por no saber decir no
a lo que no me gustaba,
por ser servil con quien no lo merecía.
Me perdono por no saber valorar
el hermoso cuerpo que Dios me dió,
y esta mente privilegiada que por
noble ha sido menospreciada.
Me perdono por haber puesto la otra
mejilla sin haber hecho nada,
dejando que me humillaran.
Me perdono por no alzar la voz
ante las injusticias vistas y recibidas,
me perdono por haber aceptado a quien no
llenaba del todo mis expectativas.
Me perdono a mí misma
porque merezco vivir mejor,
soy un ser humano íntegro
llena de valores; con virtudes
y defectos, pero siempre con honestidad.