Freddy Kalvo

La Serpiente

Serpiente letal desliza ¡quedita!

buscando por los montes alimentos,

arrastrando su cuerpo, quebradita,

surcando los caminos polvorientos.

 

Resbala con sigilo ¡calladita!

de día, de noche, en todo momento,

tóxica con venenosa boquita,

logrando feliz acometimiento.

 

Hábil se esconde entre las hojitas,

que le cobijan para darle aliento,

se enrolla como bejuco, blandita,

para llenar su tragadero hambriento.

 

Tiene historia que el tiempo aún grita,

en las horas presentes de su adviento,

no escatima, agrede, rapidita,

cuando no logra proyecto sediento.

 

Pero esperar otra cosa fortuita,

sería no natural nacimiento,

porque natural es su mordidita,

cumpliendo malévolos sentimientos.

 

“Jamás te confíes de las serpientes,

contigo nunca serán indulgentes”.