Amarga, esa sonrisa que te acompaña desde que la base de tu tiempo se formaba.
Abarca tu crecer y te ve enloquecer como si fuera esa llama la única que te calentara, y tú, carente de sentidos que la identificaran, fueres la presencia de lo que pareces.
Cuando nos estamos yendo,y esa sonrisa ahí presente te mirase y dijere: Amarga es la vida humana obrera.