Y desde esa luz que eres
penetraste en mi agua
y te parí…
dos veces esta tarde
mientras mis proteínas
trabajaban a desgano
sin sodio, ni potasio
para alimentar un poema
escaso de nutrientes.
Naciste sin nombre
¿quién pudiera nombrarte?
sin estrellas no eres vocablo
eres sombra y obscuridad
hasta que quites tus velos
y descubras el crisol
que habita en tus manos.