Tiene el rostro más perfecto,
una sonrisa de actriz de Hollywood.
Una hermosa mirada, unos labios suaves e indiscretos.
Y aun así se le ve una tirana y despiadada
tristeza que le roba el alma,
cada despertar en su cama.
¿Cuantas noches le veré caer? y
¿Cuántas noches la intentaré reanimar de
aquella amarga soledad?
Como le explico lo bello del mundo,
si sus ojos cegados por el dolor están.
Serán llenos de color, más no de vida
y eso aniquila a quien la mira.
Tiene todo para ser feliz, y aun así
se perdió en lo profundo del mar.
Dejo que sus aguas ahogaran sus ganas
de vivir, de reír y de no dejarse vencer
en esta bella, pero despiadada vida.