¿Quién puede medir cuánto importa,
en la historia, y cuánto influye
la vida que no se ve, y cuánta gracia fluye
de lo que no se oye, y cuánto bien aporta?
¿Que mucho has sufrido, sacando adelante el hogar?
¿Que sigues sufriendo en este momento, en este lugar?
¿Que tanta pena te ha acontecido?
Firmemente lo creo: no es obra del azar,
porque has sido llamado por un nombre
ante Dios, y ante los hombres