Yiyou

COLMADOS DE SED (SONETO)

Tu cuerpo excitante fluía ardiendo, 

como un extenso campo labrado, 

de vastedad, pero sosegado. 

Nuestro pudor fue desapareciendo, 

 

y en mi lecho afirmé que enloqueciendo, 

me convertí en el más afortunado 

hombre con tu dulzura desposado, 

mientras mi piel se iba estremeciendo. 

 

Y tenuemente sin retorno, desmedidos, 

anudando los labios entre caricias

con el universo que nos dejó amar, 

 

conscientes que dos desconocidos

amanecerían, con el sol y sus delicias,

colmados de sed, al despertar.