La mujer que yo amo.
La mujer que yo amo es descarada e incierta,
su magia es solo el comienzo
de un torbellino sin final,
su semblante es solo el tropiezo
de un desastre sin lugar.
En su rostro se reflejan las siembras,
las hermosas cosechas bendecidas por la luna.
Me enamore de ella sin saberlo,
sin previsto y con solo desearlo
he sucumbido en el infierno mismo.
La mujer que yo amo es salvaje e impredecible,
posee una belleza inexplicable,
la buscaría en las sombras más temibles,
la amaría en los momentos más horribles.
De su sonrisa brota la dicha,
es hermosa como el sol y la luna.