Me pido perdón a mi mismo,
por creerme a veces prefabricado o prefacrasado,
ver las justas críticas como epitafio,
ver las injustas como el abecedario.
Pido perdón a mi cuerpo,
muchas veces le he fallado,
no le he cuidado,
y por ello a veces no está conmigo a gusto.
Pido perdón a mi proscatinamiento,
a mi tendencia a la vagancia,
a la búsqueda de la letanía,
y al olvido de la importancia.
Me cuesta mucho pedir perdón,
porque no suelo hacer daño,
soy más bien autoinmune,
de los que se hacen más daño a si mismo.🤔