Cuarenta estudios de amor y una canción desesperada
Te quiero amada mía,
te quiero,
No sabes cuánto te quiero y no
sabes cuánto te amo y te deseo.
Te amo aún en
este frío triste día de invierno,
Te espero aunque
la noche corta
y somnolienta
esté.
Te ansío en mi mar
de sueños y de naufragios
vistos desde la alta brisa
de altamar oleando sobre tu mirada.
Te quiero desde el primer
día, como a la primer hora
desde que te encontré
en mi destino.
Desde entonces, antes de
que no existías en mi mundo, ni
antes que te mirara por vez
primera, yo no esperaba con
conocerte, pero te conocí.
Yo no sabía que te amaría
tanto, ni que te ansiara,
ni que te extrañara tanto.
Pero tu ternura y tu mirada
y tu sonrisa hicieron que
te ame con tanto, tanto
amor y tanta desesperación.
Mis ojos se enamoraron de tus ojos,
mi boca se enamoró de tu boca
y mi sonrisa se enamoró de tu risa.
Tu dulce sonrisa me contagió
de amor, de ansiarte amor,
de desearte amor, del deseo
de probarte.
Te quiero y te extraño como
el primer día que te vi,
te extraño aún en las
noches de frío señuelo.
Te espero aún
con los días llenos de mi
zozobra aberrante y de
sequía de alma dolorosa
de ti amor.
Sólo soy un soñador que sueñacontigo,
Soy soñador de tu cuerpo, de tu
cara, de tu boca y de tus ojos.
Hermana silenciosa.