Veintinueve febreros pasaron bajo este cielo plagado de estrellas
La vida nos condujo por mil caminos y nos mantuvimos juntos,
Disfrutamos los ocasos he hicimos un solo latido de nuestros corazones,
Cuantas madrugadas soñamos despiertos,
Y entre abrazos y besos dejamos que nos sorprendiera el alba,
La llama de nuestra juventud la vivimos codo a codo
Y a pesar del tiempo que nos envejece inexorablemente
Mantuvimos encendida la llama de este amor inextinguible.
Mi bella dama, mi gran amor, mi bendito amor,
Abrigo tu nombre (Cristina) en mi alma, suspiro profundamente
De solo pensarte y me pierdo en nuevos mundos cuando abres
El ventanal de tus ojos solo para mirarme.
Quiero de hoy en adelante caminar más lento a tu lado de la mano,
Poder decir te amo con la mirada sin pronunciar palabras alguna,
Esta noche encenderé las velas, pediremos un deseo,
y levantaremos las copas para brindar por este amor
que prometimos ante Dios hacer eterno.