Perdóname corazón una vez más, por hacerte caminar entre espinas con el sentimiento descalzo, por darte por las mañanas desengaño, al medio día insatisfacciones y por las noches decepciones y toda la vida sufrimientos y sinsabores.
Te juro corazón que esta vez sí creí, parecía tan luminosa la noche, tan brillante la luna y bien entonada la canción, sin embargo nada era como tus latidos me advirtieron; su risa erótica rompiendo a noche, también partió nuestras vidas.
Ahora con el corazón arrodillado, imploro tu perdón, aunque sabes bien que soy un pecador irredento, te pido esta vez que me arranques la piel para no sentir sus caricias, el pensamiento para no recordar sus promesas y tu vete a un pecho ajeno.
Pero mira corazón, que confusión la mía; si tú fuiste quien me llevo a ella. Recuerda aquella tarde noche, que su escote toco a l tus puertas y de inmediato te abalizaste a beber su risa y tu latir tenía un nuevo tono y mi alma se subordino a sus deseos.
El perdón tiene que tener dos vías, yo debo perdonar tus latidos y tu deberías de perdonarme la ilusión y la fe en la esperanza, ven vamos a ahogar la pena en la brisa nocturna, cantemos juntos aquella canción, que nos hace olvidar las penas.
Si esta vez tú me perdonas, te juro que nunca más volveré a llevarte por esas noches desbocadas, donde esas anchas caderas, nos llevan al precipicio y esos ojos de embrujo nos roban la calma y nos hace preso de su cárcel vaginal.
Perdóname corazón, por no poner solo la lujuria en el querer de una noche, tanto tu como yo, nos damos fácil nos regalamos fácil y tan culpable eres tu como yo. Mejor cantemos y que sea la noche quien nos perdone, por recordar si triste amor en esta canción.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO