Una mujer llamada Laura:
Laura mía, el fuego de este amor
no fue más que el comienzo
de un terrible dolor;
que me socava en el fondo
del abismo en el que me encuentro.
¡Hija de la luna hermosa!
El viento quedó cautivado por tu risa,
las flores quedaron deslumbradas por tu belleza,
sin razón alguna me ahogue en tus aguas,
y naufragué en tus playas.
¡Cuidado Laura! con la tentación
que nos ha acechado desde lejos
perderme en tu bosque yo quiero
para nunca ser encontrada,
y desfallecer en medio de la nada.
¡Mujer mía! la melancolía de tu voz
es el idioma del deseo,
por ti, cualquier cristiano distraído
se precipita al borde del vacío.
¡Eres sublime y bella!
bruja de la laguna oculta.