Es luz.
Es vida.
Es belleza.
Es alegría.
Pero, también es descanso.
También es la muerte.
También es el dolor de quién le necesita.
Es amor.
Es espíritu.
Es grandeza.
Es altitud y plenitud.
Pero también es llanto de quién le anhela.
Es mala suerte de quién solo se envenena.
Es rectitud.
Es honestidad.
Es pasión.
Pero también es dolor de quién pierde.
También es justicia de quién lástima.
Es fortaleza.
Es sabiduría.
Es certeza.
Pero también es castigo para quien a cometido el pecado.
Es la hiel de quien encontró dulzor en lo malo.
Es perdón.
Es correcto.
Es sanación.
Pero también es enemigo, y sabe rectificar a el malo, al abnegado.
También puede ser maldición.
Puede ser el mismísimo ser de las aberraciones, pero convertidas en gloria para si mismo.
Es el que convierte la humanidad en vulnerable para que sea apacible y distinta, para que en ella haya paz.
Es un solo Dios, es el Dios de la creación, es Dios de vida.
Es mí Dios.