Un día amaneceré
dos veces contigo
entre la tierra y el cielo
manso el sol y las estrellas
que me mienten tu brillo
y aciertan de todas maneras.
Te acariciaré los velos
para que veas claro
para que sea intenso
el bienestar de vernos
de sentirnos las raíces
y las alas en cada vuelo.
Se fundirán las esencias
y esos fluidos de tristeza
melancolía de sudores ígneos
que fomentan y permiten
que el amor sea, como sea.