Quédate, si es que te place, te hago un espacio aquí en mi lado izquierdo, es pequeño y algo oscuro, a veces se inunda un poco con la tristeza, pero, si decides mudarte a vivir, prometo reparar las goteras, arreglar la calefacción para los días fríos y el jardín para que en primavera puedas recostarte a leer bajo la sombra de algún árbol frutal.
También podríamos diseñarte un estudio, donde puedas escribir tus canciones y yo tener la fortuna de escucharlas desde la otra habitación; adornaríamos en épocas festivas e hibernaríamos en el sillón, bajo las cobijas y con los calcetines puestos (sé bien que no te gusta quitártelos).
Solo quédate, si así lo quieres.