Abrir ventanas para oxigenar
recuerdos de días sin música,
y olvidar tristezas.
Abrir ventanas para
que entres en casa,
te sientas a gusto
y soñemos utopías.
Abrir ventanas para
besar primaveras
compartir entretelas
junto al mar
y seguir caminando juntos.
Abrir ventanas para
darnos abrazos multicolores
con sabor a pobreza
humana.
Abrir ventanas,
crear notas musicales solidarias
y acariciar nuevos poemas.
Del libro: Abriendo ventanas.