Con ferocidad y nobleza...
te entregaste apasionadamente,
e hiciste de tu lucha gran ejemplo,
en la carretera
forjaste tu ventura...
llenando de pureza todo asiento,
fuiste alma, corazón y vida...
entre autos volabas como el viento,
tan sólo nos queda tu memoria...
liviana como eterno pensamiento.
P.D: En honor... de Luis Rubén di Palma,
magnífico piloto de carreras argentino,
y mejor persona.