Ben-.

Frecuencias inexactas-.

Como sombras sin gestos, manantiales

sin agua, como ese aspecto voraz

que resiste al gato de las oportunidades.

Como ese tronco vacío que significa nada

y olvida su compromiso de raíz material

y materna. Como ese leve escozor de frecuencia

indecisa, y esos glúteos derribados por el tiempo,

y esa mano que explora un universo funerario.

Como hebras de piedra marchándose tristemente,

entre las celebraciones de exequias ya pasadas,

como hipocampos adormecidos por serenas ondulaciones,

y esas congojas que piden el tiempo preciso para su

desviación. O como esos minutos despreciados

que abocan panteones de pura y definitiva niebla.

Como esas gotas vacías de mármoles imprecisos,

que golpean el perfume y lo debilitan sin atmósfera,

esas lenguas abotargadas y esos idiomas de alcantarilla.

Como líquidas muñecas que enroscaran su maternal oficio,

noches de predispuestas canciones, ídolos desvanecidos

por una pureza que los idolatra.

Como rectángulos hechos por un niño idiota,

como mesas exangües que se deterioran agolpadas,

como bolígrafos diminutos de colores habituales,

y esas orografías que el terreno apenas supo disponer.

©