Cuando veo a esas chicas mi alma se rompe; se desmorona frente a un montón de gente. Mis labios tiemblan y el gran llanto se expone.
Cuando veo a esas chicas me encuentro llorando, pensando y recordando algo que nunca fue amado, mis piernas tiemblan y siento el corazón arrancado.
Cuando veo a esas chicas siento el corazón manchado, marchitado y utilizado. Como una alma rota que pide paz, un alma rota que pide amor, un alma rota que pide internamente a llantos y gritos... no ver a esas chicas.