Era un día más
En Le Mans...
En aquel junio del \'55.
Los coches se agolpaban
Enfebrecidos...
Desgastando sus neumáticos,
Como pavesas
Incandescentes...
Deshojadas de miseria,
Y la muerte...
Siempre sobrevenida
Y no invitada,
Rondaba con su guadaña
De fría plata...
Los cien latidos
De aquellos jóvenes,
Que aún
No podían alcanzar a ver...
La tristeza
Inescrutable del vacío.
Los corazones de acero...
Nunca pueden llorar,
Cuando la simiente
De la vida...
Se desgrana enloquecida,
Entre azucenas
Descuidadas...
Por lo absurdo
De su ira.
P.D.: En memoria
y honor...
de todos aquellos,
que perdieron la vida...
en tan infausto accidente.