Cuarenta estudios del amor y una canción desesperada
Entras en mí como agua
clara del desierto puro,
entras en mí como el sol
entra en el horizonte
dormido para levantarlo con su brillo.
Vuelas como un pájaro
buscando su cobijo,
sigues navegando
flor de ensueño.
Tus piernas desnudas
no paran de correr,
corren hacia el sur
frío.
Hembra como la gaviota
viva que vuela hacia donde
dejó sus polluelos.