Gerardo Barbera

UNA PIEDRA EN EL DESIERTO

No hay una luz en el desierto,

el agua no se detiene,

no hay miradas,

ninguna mano amiga.

 

Tenía fe en las palabras,

y quedé en la orilla,

a pocos metros

de ninguna parte.

 

El sol en el horizonte,

soy una sombra que se apaga,

las gaviotas se alejan,

soy la piedra que se hunde,

la arena cubrirá mis huellas.