En tus ojos descubrí
el infinito estelar;
y mil formas de soñar
en tus brazos aprendí.
De tus labios yo bebí
la pasión que hace vibrar;
y te puse en un altar
que con mis versos tejí.
¡Vestida de blanco tul
me llenabas de fervor
con tu forma de querer;
pues de tu pupila azul
emanabas el ardor
que me hacía enloquecer!
Autor: Anibal Rodríguez.