Dicen que la vida es un recuerdo de un sueño que no es real, un sueño tan grande que se define más que en un par de parpadeos y un suspiro fúnebre, el nacimiento y la muerte.
El llanto que cría a los años y madura en la piel hasta volverse viejo. La vida que florece y te envuelve entre sus brazos y de pronto un leñador la corta quitándote el alma y dejando únicamente la raíz que no va a volver a crecer.
Que entre ese sueño vives y sufres, que las sonrisas que salen de los labios son los cantos de las aves y que cada vez que alguien ríe nace un nuevo ser, pero cuando alguien llora... Cuando alguien llora cae del cielo lluvia y siempre va a ser diferente de tal manera que entre más dolor haya más profunda y con más fuerza caerá.
Todos los demás que hay en la vida son parte del mismo sueño algo que también está imaginando, una cosa tan rara y diferente que no tiene explicación más que por el mismo Dios.
Sin embargo en mis sueño jamás he visto lo que hay en mi espalda ni siquiera sé que hay a través de mis ojos no puedo ver lo que hay en mi interior nunca he visto mis huesos y creo que eso es peor que ver la vida en un sueño.
Cuando veo la vida recuerdo todos los males y no me importa la muerte pues al final entre un suspiro se irá, pero me importa la vida, me preocupo por quién apenas parpadea y se prepara para hechar raíces en este sueño.