ALFREDO

A las 12 y medio dormido

¡Oh!,

¡vaya noche!,

¡qué noche!,

¡qué voluminosa noche!,

noche engullidora de seres

castrados,

noche de horas sagradas

noche mitificada,

noche de esencia fulgurante,

noche que va cayendo como reloj

en la candida vejez

del sólido tiempo.