Oigo tu risa
que atraviesa los ríos
recalcando los bríos
las sales y las tormentas.
Aferrado a los recuerdos
amaneces descalzo de amor
y en puntillas buscas
donde poner tus huellas.
Te retienes emocionalmente,
y como el teflón
no te adhieres
viviendo en la dualidad
poco se aprende.