Hay enfermedades incurables No hay medicinas para ellas Se apagan y encienden como estrellas Son males casi inacabables La lepra es una maldición La tuberculosis es una condena La sífilis es amarga pena La locura es una perdición Para casi todo hay sanatorios No hay nada para los desengaños Para los amorosos engaños Volvemos a los momentos amatorios La muerte no es solución Es solo punto final Nos recuerda que uno es mortal La parca no tiene corazón