Si la oscuridad insondable de la noche falaz te seduce
Y la fatiga del camino te hace rendirte sin dar más lucha
Y si la cruel derrota de los sentidos te hace caer batido
No dejes que la vejez sea renuncia, desafía la oscuridad
y haz arder la hoguera de tu pasión y entrega
Incita la ilusión, haz latir tu corazón de nuevo
Aunque el dogma te señale otro destino y la oscuridad sea el final de un camino
Niégate a la obediencia del mandato, y haz vibrar tu verbo enérgico
Con el ímpetu y el brío del guerrero
Y si la razón confabula con tu organismo
Haciéndote sentir que estás vencido
Encrespado de rabia, ponte erguido
Y haz brillar tu luz y tus sentidos
Y si a tu alrededor la humanidad cree ser sabia
Y predicen el frío agónico de tu partida
No escuches jamás sus profecías
Y vuelve a ser latido y a ser canto
Eleva tu mirada al firmamento
Alza tu voz firme a tu Hacedor
Y sin temor a ser condenado o bendecido
Grita, ruge, clama. He vencido