En la oscuridad de la noche el morbo sobre pasa espectativas, la imaginación lleva a un par de amantes a encontrase en el éxtasis de la locura, el deseo se vuelve placentero y las ganas! Las ganas van de primera fila en aquel instante de seducción.
Mientras la Luna observa por la ventana siendo cómplice de aquel encuentro, en donde los dos cuerpos son sumergidos de besos y caricias, gemidos que son el pimiento para aquella noche en silencio, los minutos se vuelven eternos en el momento de aquel encuentro.
Las habitaciones son sordas y mudas para ellos dos, aunque se vuelva tenso el momento el deseo es más incontrolable, y entre besos y besos el placer se vuelve aún más tentador.
Segundos pasando sin control alguno, la ropa poco a poco sale lento y seguro, dejando a dos cuerpos desnudos, refrescandose con rocios de agua en la piel mientras en un va y ven se divierten en aquel baño compartido donde lo prohibido fue unido.
Henry Ruiz
26 de Febrero 2020