En el baúl de los recuerdos
encontré tus cartas y fotos,
las tuve en mis manos; recordé,
cuando yo creía que tú y yo
podíamos ser felices y no fue.
Tus fotos guardé en mi almohada,
tus cartas, en mi mesita de noche,
cuando llega mi tristeza por soledad,
acaricio mi almohada;
algo de ti… ahí está.
Da tristeza pensar que me fui con la gran pena
de no escuchar de tu voz una frase de amor.
El silencio a veces dice más que mil palabras,
tu silencio se convirtió, en la verdad de mi dolor.
Aún vive en mi recuerdo
nuestro último encuentro,
quise quedarme contigo
y a tu lado ser feliz.
Me pregunto ¿por qué?
Si tu supiste llegar a mi alma
y yo amé la tuya con frenesí.
Olvidaré los por qué,
y lo que contigo aprendí.
Ya no quiero pensar que te amé
ni recordar con tristeza…
lo que pudo haber sido y no fue.