El sol hoy ha estado intenso
sin embargo las tormentas de mi alma
me han dado una tregua
la señora de negro y mirada rota que le gusta sentarse
en una esquina de mi alma a cantar tristes y solitarias canciones
hoy no me ha visitado.
No es que la melancolía se haya mudado
de mis entrañas,
pero estos días que me he dado han serenado
mi mente y mi espíritu,
los vacíos se han llenado de rosas,
antes he tenido que sacar muchas rosas negras
pero siempre hay que estar vigilando porque estas
rosas son tercas como cerdos sin amor,
y siempre quieren volver aunque les eches a patadas
una y otra vez.
Te diré que estoy en un desierto
y no puedo salir corriendo de él,
solo tengo una opción atravesarlo
y en eso estoy,
porque los desiertos son parte de la vida
con sus enanos de lengua podrida,
y sus gigantes con sesos de mono malvado,
pero también son parte de la vida
los bosques, las cascadas, los ríos y los mares
y todo aquello que hace pensar a las púpilas y le da
músculo a los sesos.