Como un azulado fulgor en la noche oscura
del orbe arrancado en las lejanas esferas,
así me han epatado tus formas hechiceras
y me han inmerso en el vórtice de la locura.
Como del aroma de unas rosas la frescura
que de casto amor colma las almas sinceras,
así tus lenes y doradas flechas arteras
han herido mi corazón de dulce amargura.
El fulgor y el aroma de tus tiernos encantos
mi vida han enloquecido con tal frenesí,
que desde tu visión ya no soy dueño de mí.
Viviré mi vida entre lágrimas y llantos
si tú no quieres ser mi amada seductora
y de mi corazón su divina protectora.
Suspiros y sueños de amor