No me hubiera importado ser Horacio
de haber nacido sobre el año cero.
No me hubiera importado ser reacio
a obtener grandes sumas de dinero
o el favor de los fuertes en el lacio
discurrir de mis horas, como quiero.
No me hubiera importado ser Horacio
y así gozar de tantas cosas buenas:
habitar en un cómodo palacio
privado y protegido de Mecenas,
regalo del poder, por las centenas
de odas escritas con amor, despacio,
No me hubiera importado, no me hubiera
importado dictar miles de versos
predicando -oh Gran Dios, Suma de Adversos-
la Virtud del Mediocre, la Quimera
perfecta: no ser nada, ser cualquiera
-con mis encantos en la masa inmersos-;
Si yo hubiera nacido, si yo hubiera
nacido con su estrella, que ese día
brillaba- oh Dios, Señor de la Armonía
de Contrarios- de extática manera,
también yo predicaba medianía,
si no fuera un mediano, si no fuera.