Se ha quedado Dios dormido
o se tapa los oidos
o es que no quiere escuchar,
quizá mire hacia otro lado
o se hace el despistado
ante tanta falsedad.
Por muchos golpes de pecho
por mucha gomina y traje
y por mucho que te creas,
eres un simple mortal
que desaparecerá
como lo hace la marea.
Esos aires de grandeza
con los que te dejas ver
son pruebas de la carencia
de tu humildad y sencillez.
Ese Dios al que le rezas
es el mismo que los pobres
tienen en su cabecera
sin oros y sin coronas
solo una una humilde persona
en una cruz de madera.
Tu Dios dejó por escrito
que no adoraras su imagen
en ningun modo o manera
pero tú no le haces caso
y llena de oro sus pasos
como si El te lo pidiera.
¿Qué pensará de ti Dios
cuando te ve con tu traje
y los aires de altos vuelos?,
mientras que El sufre en la cruz
desfilando pasas tú
cual si fueras un modelo.
Si tanto dices que Cristo
nos hizo a su semejanza
fuistes su equivocación,
Dios no predicó con oro
porque todo su tesoro
lo llevó en su corazón.