Hoy me has cubrierto del dedo meñique
de mi pie, hasta la pantorrilla
con tú resvalosa composición;
resvalas sobre mi rostro
y caes al suelo con algo de mi sudor,
llegas cuando las nubes se asoman
un poco esquivas ante el sol,
¡¡este mono ardiente que calienta mi corazón!!
Sé lluvia que estas conmigo
y es que al escucharte caer sobre las tejas,
me haces erizar los bellos de mis brazos,
\"amada, caprichosa, terca y esbelta,
esa eres tú diosa\".