Hoy te digo adiós,
¡sí, adiós! y no es porque
el alma me duela,
sino porque el tiempo ha sido cruel conmigo,
¡y el tiempo nos puso este adiós!
No quise lastimarte más,
no quiero que me juzgues,
¡no, no quiero!
Traspasé fronteras que nunca debí,
fui mas allá de mis sueños.
Tienes razón, el tiempo
ha sido cruel conmigo.
El otoño marcó mi rostro,
y tú, siempre bella,
como viva esencia de primavera,
con olor fragante a verano.
Perdona a este viejo soñador,
hombre que nunca supo
distinguir entre la realidad y la fantasía.
Sé que los tiempos no concuerdan,
sé que los sueños no son los mismos.
Pero deja que mi imaginación
vuele hacia ti.
Deja que las melodías te digan mi sentir,
deja que mi imaginación te abrace,
y aunque la distancia es grande
y la fortaleza sea poca,
yo en mi ilusión te buscaré.
Aunque sé que tu distancia
y la mía es grande,
yo sabré navegar como un loco
hasta llegar a ti.
¡Solo te digo hoy!
Que si no llegara,
tendrás que saber
que un hombre
que sabe amar,
jamás le importaran
los tiempos
ni la distancia.
Sino que busca a una mujer,
una mujer, que busque lo que el tiempo...
¡Lo que el tiempo, a él le robó!