Esas cartas de la vida
y sin derecho a elegir
muchos sin tiempo a vivir
¿qué pasó con la partida?
Quién esa alma, ¿quién la olvida?
padre, madre ni el abuelo
pañuelos y desconsuelo,
pero ellos con esperanza
gritarán con gran confianza,
¡son los ángeles del cielo
Miachael