Xabier Abando

Plácido, un dios menor


El gran Plácido Domingo,

un tenor extraordinario,

reinaba en el escenario

como un dios en el Olimpo.

 

Fuera de él, ya más humano,

el buen Plácido Domingo

se convertía en un pingo,

acosador, casquivano.

 

y a alguna que otra soprano,

también hubo bailarinas,

allende las bambalinas,

se afanaba en meter mano.

 

Tras la primera denuncia

de acoso sexual y abuso

hubo más, lo que supuso

finalmemte la renuncia

 

a seguir con su carrera

de acosador y cantante,

tras pedir perdón, no obstante,

a las damas que ofendiera,

 

por la conducta machista,

por el abuso constante

de posición dominante

que practicaba el artista.

 

Perdió el mundo un gran tenor.

El gran Plácido Domingo

ya no reina en el Olimpo:

pasó a ser un dios menor.

 

© Xabier Abando, 28/02/2020