Un virus siembra el terror,
un virus evoca la muerte.
La peste de todas las pestes
y no es más que resfrio
con escalofríos y fiebre.
Una influenza desconocida
que se difunda menos
y mata mucha gente.
Que no ha atacado a millones
y a pesar de todo se teme.
Un virus sin cabeza y corona,
desde China al viejo continente
nos hace encerrarnos en casa
y la vida en ciudades detiene.