Llegue a nuestra ciudad, llegue buscandote.
Deseando ver tu belleza, contemplar tu hermosura.
Me senté afuera de tu alcoba, tu ausencia lleno tu recámara.
Mientras la niebla se convirtió en mi cobija.
Llegue hasta el apartamento donde fuiste mía por ultima vez.
Donde acaricie tus muslos, donde me llene de ti.
Donde tus senos fueron un manantial.
Tu cuerpo nunca te permitió negar lo que sentías.
como té estremecías entre mis brazos.
Mis caricias te llevaban hasta la puerta del cielo.
Te espere como un perro fiel.
Sin embargo, tu te escondiste en la ciudad.
Escuche el eco de tu voz.
Respire tu aliento
Ahora regresó derrotado, sabiendo que nunca te volveré a ver.
Espero que estes bien.