Se funden los corazones
ante el silencio tácito
sobrando las palabras
y apagando las razones.
Pasa de alma a alma,
de cuerpo a cuerpo,
fluye como un calor,
íntimo, vivo, humano.
Se acallan las voces,
innecesario otro sonido
salvo acompasados latidos.
Se olvida todo el dolor,
se olvidan las peleas,
se olvidan los temores,
se olvida lo que te rodea.
Hablan los ojos y los brazos,
Hablan las respiraciones,
de piel a piel los corazones
en el instante de un abrazo.