Ben-.

HabitaciĆ³n y el resto-.

Hay una habitación adormecida,

entre el viento y las caracolas de tierra,

que impulsa mi hastío y lo corona,

con cetros de hojas y amores desaparecidos.

Hay un lugar que perfuma las horas,

esperando como un cajón en silencio,

horadando la arena, como un camión

de mudanzas.

Hay una habitación sigilosa como puño

de arena, donde se esconden, los miasmas

de mi infancia, y la placenta de mis deberes.

Yo, en cada rincón me beso y me absuelvo,

y doy, con cada departamento, un crótalo

de esperanza.

Es polvorienta y es vacía la estancia

de mi desesperación: vidrios rotos,

secuencias de arañas, y una mesa larga,

con mantel de años, agujereado.

Se ve una alegre discusión, de hermanos

a hermana, donde lloran los de siempre,

y una comunicación partida, y un cristal

en cada vena.

Yo me siento y me despierto,

y veo en un tren, un dormitorio, o las dos

cosas, monótonas, por separado.

 

©