Si el cielo fuera eterno y las águilas siempre en vuelo
Si el tiempo no existiera y tan solo fuera el viento,
y pudiera atraparlo y esconderlo entre los dedos
entonces, podría mirarte y ver todo lo bueno
posarme en tus mejillas de laderas de cerro,
tomar tu mano tibia y acariciarme por dentro.
Si el mar fuera un espejo donde asoleara mis sueños
Si una vertiente arrastrara todos los trapos viejos
y tú hubieras tenido confianza en tus propios medios;
nada habría cambiado en nuestro largo sendero,
hoy estaría rondando con mis brazos tu cuello
y confiaría sin prisa todo lo que hoy siento
Alexia
Mayo 2010