Me duelen tus ojos,
tus labios y sonrisas,
me duelen tus cabellos
tu boca y tu frente.
Me duele tu cintura,
tan fértil y ceñida,
me duelen tus pechos,
y el aroma de tu piel.
La sombra te sigue,
el agua te entibia,
me duelen tus piernas,
tan seguras y fuertes.
Tu paso desde atrás,
tu espalda y tu nuca,
donde todo se olvida.
Ay amor, me duele
amarte sin límite ni fe
de tenerte algún día.