Ella;
Piel de lagarto,
mirada ensombrecida,
colinas rocosas.
Sensible a mi telepatía de mirada forajida.
Largas extremidades,
quiero verte extendida.
Esfinge perdida en tus desvaríos nocturnos.
Bellos rubios sobre la piel morena.
Giras con gracia de gacela,
con ánimo de ninfa desconocida.
Hoy vi tus ojos.
Y pensé en tocar tus manos de devota al sol de enero,
al viento en la colina.
Entré en tus ojos encendidos como pavezas lunares;
llenos de mágica pujanza;
y en tu alma.
Agarraste el cuerpo de la botella
y sentimos
nuestra extraña presencia.
Recuerda que el rocío de los hechizos de amor
Nos bañan aún a estas horas de la noche.
Y aunque especulemos
podría dar un giro hacia ti
Y enamorarte en un baile magnetico.