jesus.manzaneque

Ya es bastante

Recuerdo un tiempo sin olvidos
tan lejano que parece enredado entre las brumas.
Lleno de caricias, de besos, de lujurias,
de ilusiones, de esperanzas, de deseos.
Yo quería quererte y no sabía
que tus ojos no miraban, poseían.
No supe leerte más adentro
y tuve que aprender de otra manera
a vivir en la cárcel que creaste
fabricando los barrotes con tus dedos.
Tus manos ya muy largas trasmutaron
en martillos de tus puños apretados
y forjaron en el yunque de mi cara
los matices de tu furia sin sentido.
Te llamas hombre y no mereces
las lágrimas que brotan de mis ojos.
Reniego del miedo, ya no puedo
soportar el dolor que me producen
los golpes de tu odio enamorado.
Falso amor, falsa ternura
¡Se acabó tu reino de violencia!
Rompí la pesadilla en que vivía
y te saqué a empujones de mi vida.
Cien voces, mil, un millón
de gargantas gritan y reclaman:
no más sangre, no más muertes
ni una mujer más asesinada.

 

 

Jesús Manzaneque Fraile

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